4 jun 2010

Es un placer tenerte “cerca”, ha sido un placer, pero un gran placer jugar contigo, eres listo, rápido, inteligente, estás haciendo un esfuerzo de renovación admirable, mantienes una actitud autónoma e independiente loable, sabes jugar a seducir con todas tus armas, y desde mi punto de vista los juegos de seducción son un don (el don de la seducción va más allá de seducir como equivalente a ligar –esa es una visión realmente pobre y pueril-... seducir es un arte, es una forma de vivir, es poner todos los encantos y dones al servicio de la vida, se seduce con todo y para todos... seducir es amar la vida, es ponerle pasión a la vida, es hacerle la vida más agradable al otro, es dejar que el otro disfrute con el momento, es permitir al otro que también saque sus encantos y los utilice contigo. Se seduce cuando se compra un kilo de manzanas, cuando se saca la entrada del cine, cuando se escribe una carta, cuando se hace el amor, o cuando se llama para pedir comida rápida... Cuando se tiene el don de la seducción se seduce como parte intrínseca e intransferible de lo cotidiano). He disfrutado contigo, he imaginado contigo, he gozado contigo muchísimo, “me has dado juego” no sólo en el momento de escribirte o de leerte, me has dado juego en muchos momentos de privacidad conmigo misma, me has dado juego en mi imaginación, en mis fantasías... eres un magnífico, magnífico compañero de juego. A lo largo de mi vida he tenido muchos buenos compañeros de juego, tú, hasta ahora, has sido el mejor jugador a través de la escritura... y la capacidad de expresión escrita, para mí, es fascinante.

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